Hola!!!
Miren.... 4 en Londres, hablando en un perfecto inglés heredado por la Miss Johanna y lidiando con los ingleses que se nos tiraban encima.
Thursday, February 07, 2008
Sunday, December 30, 2007
Thursday, November 29, 2007
Diego y Andrés
Hola a todos!
Les mando una foto semi actualizada de Diego y Andrés... para los que no les ven hace tiempo vean qué ricos están!!!
Saludos,
Anita S.
Wednesday, November 14, 2007
Tuesday, October 23, 2007
DEPA-DELGEON
algunas ya las vieron, pero igual mandare fotos de los depa-delgeon.
Aprovecho de decirles que proximamente estare vendiendo ropa exclusiva y estilosa para embarazadas.
les estare avisando.
Aprovecho de decirles que proximamente estare vendiendo ropa exclusiva y estilosa para embarazadas.
les estare avisando.
Tuesday, August 21, 2007
Ale Loustalot: Escapadita fuera de Londres
Les mando fotos de mis aventuras en Colchester:
Este es en el jardin de la universidad, esa laguna q ese ve es solo una de las que hay, y esa casa blanca que se ve atras es la casadel director, todos viven ahi
Salgo con cara de loca, producto de la estadia en Clacton
Es algo clasico que tienes que hacer en Inglaterra cuando vas a la playa, LLEVAR PARAGUAS.
Es algo clasico que tienes que hacer en Inglaterra cuando vas a la playa, LLEVAR PARAGUAS.
besos
Ale
Thursday, July 19, 2007
Antonia Vial
HOLA!!!!
No puedo estar más chocha, les mando unas fotos de la Antonia que está a punto de cumplir un año.
Besos y escriban!!
Lula
Carta Miss Tamen
Esta es la carta que la Miss Tamen dejó para todas sus ex alumnas...
Muy queridas niñitas: voy a referirme a un hecho muy personal.
¿Por qué no abrir de par en par las puertas de mi intimidad para contarles una experiencia tan maravillosa como la mía, que les pueda servir?
Eso es lo que me digo para animarme
Mi experiencia es la siguiente: para un creyente, lo que suele llamarse desdicha es totalmente compatible con la felicidad.
Nuestro Señor no me deja sola en ningún momento, soy una enferma feliz, indiferente a los percances o sacudidas del camino, porque sean cuales sean, sé que ningún peligro es realmente temible, yendo como voy tan protegida y con tan buena compañía.
Yo todos los días le digo a Jesús: sólo quiero lo que Tú quieras. Lo que sea. O aún mejor, con las palabras de Santa Teresa,
“Dadme muerte, dadme vida
Dad salud o enfermedad
Honra o deshonra me dad
Dadme guerra o paz crecida
Flaqueza o fuerza cumplida
Que a todo digo sí
¿Qué mandáis hacer de mí?”
Y lo que Jesús me da es paz, alegría, incluso cierto sentimiento de privilegio, por el hecho de que yo, tan poco destacada por mis méritos (mínimos y recientes, soy una novata) haya merecido la gracias de poder entregar algo más, estar más cerca de Jesús en su misterioso proceso de transformar el sufrimiento en liberación, en alegría profunda para todos nosotros.
Al principio de la enfermedad me venía siempre la imagen del cordero, la idea de inmolación. El viernes santo, un hermano benedictino amigo de mis hijos, al saber que estaba enferma, me regaló un crucifijo que en lugar de un crucificado, representa un pastor, sonriente, con una ovejita en los brazos. Después de mirarlo varias veces comprendí que aquella ovejita, dormida y abandonada, era yo…
No se siente ninguna inquietud ni angustia cuando se va en brazos de un Pastor tan excelente: nos busca en los rincones más escondidos hasta encontrarnos y llevarnos a través de mil obstáculos, hasta el lugar donde sólo hay felicidad y alegría. Lo único que hay que hacer es acurrucarse en esos brazos y dejarse llevar.
¿Y nuestra condición humana, quizás pensarán, acaso no nos han dotado de inteligencia y libertad? Sí, y la capacidad de discernir es la que nos permite elegir esta disposición: la de abandonarnos en manos de Dios y la de exclamar “¡a todo digo que sí!”. Es lo único que podemos hacer, él único aspecto que está a nuestro alcance, es decir, somos libres para elegirlo o no. Será mínimo, pero es decisivo.
Ojala me haya dado a entender. Un abrazo lleno de cariño, Tamen.
Muy queridas niñitas: voy a referirme a un hecho muy personal.
¿Por qué no abrir de par en par las puertas de mi intimidad para contarles una experiencia tan maravillosa como la mía, que les pueda servir?
Eso es lo que me digo para animarme
Mi experiencia es la siguiente: para un creyente, lo que suele llamarse desdicha es totalmente compatible con la felicidad.
Nuestro Señor no me deja sola en ningún momento, soy una enferma feliz, indiferente a los percances o sacudidas del camino, porque sean cuales sean, sé que ningún peligro es realmente temible, yendo como voy tan protegida y con tan buena compañía.
Yo todos los días le digo a Jesús: sólo quiero lo que Tú quieras. Lo que sea. O aún mejor, con las palabras de Santa Teresa,
“Dadme muerte, dadme vida
Dad salud o enfermedad
Honra o deshonra me dad
Dadme guerra o paz crecida
Flaqueza o fuerza cumplida
Que a todo digo sí
¿Qué mandáis hacer de mí?”
Y lo que Jesús me da es paz, alegría, incluso cierto sentimiento de privilegio, por el hecho de que yo, tan poco destacada por mis méritos (mínimos y recientes, soy una novata) haya merecido la gracias de poder entregar algo más, estar más cerca de Jesús en su misterioso proceso de transformar el sufrimiento en liberación, en alegría profunda para todos nosotros.
Al principio de la enfermedad me venía siempre la imagen del cordero, la idea de inmolación. El viernes santo, un hermano benedictino amigo de mis hijos, al saber que estaba enferma, me regaló un crucifijo que en lugar de un crucificado, representa un pastor, sonriente, con una ovejita en los brazos. Después de mirarlo varias veces comprendí que aquella ovejita, dormida y abandonada, era yo…
No se siente ninguna inquietud ni angustia cuando se va en brazos de un Pastor tan excelente: nos busca en los rincones más escondidos hasta encontrarnos y llevarnos a través de mil obstáculos, hasta el lugar donde sólo hay felicidad y alegría. Lo único que hay que hacer es acurrucarse en esos brazos y dejarse llevar.
¿Y nuestra condición humana, quizás pensarán, acaso no nos han dotado de inteligencia y libertad? Sí, y la capacidad de discernir es la que nos permite elegir esta disposición: la de abandonarnos en manos de Dios y la de exclamar “¡a todo digo que sí!”. Es lo único que podemos hacer, él único aspecto que está a nuestro alcance, es decir, somos libres para elegirlo o no. Será mínimo, pero es decisivo.
Ojala me haya dado a entender. Un abrazo lleno de cariño, Tamen.
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